Fisioterapia especializada: por qué es importante contar con un buen profesional

Los fisioterapeutas son profesionales de la salud altamente cualificados que trabajan con sus pacientes para ayudarles a mejorar y mantenerse saludables.

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Para poder ejercer como tal, tienen que tener el Grado en Fisioterapia, que se imparte en diversas universidades. Por eso, es importante que cuando acudas a uno de estos especialistas te asegures de que tiene el título correcto y está colegiado para poder ejercer su profesión.

Los fisioterapeutas trabajan estrechamente con los médicos para planificar y aplicar el tratamiento en función de las necesidades que presenta cada paciente. Aunque al hablar de fisioterapia, lo primero que se nos viene a la cabeza es la que se aplica a los deportistas de élite; pero se trata de una disciplina que va mucho más allá y que tiene gran utilidad en la rehabilitación en general, no solo deportiva, sino también cardiaca, respiratoria…

Porque la fisioterapia abarca desde la promoción de la salud hasta la prevención de lesiones, cuidados intensivos, rehabilitación, mantenimiento de la movilidad funcional, manejo de enfermedades crónicas, educación de pacientes y cuidadores y salud ocupacional. Así, los fisioterapeutas son los profesionales que ayudan a las personas afectadas por una lesión, enfermedad o discapacidad a través del movimiento y el ejercicio, la terapia manual, la educación y el asesoramiento.

Para poder hacer todo esto, los profesionales que se dedican a la fisioterapia tienen que conocer las bases de la anatomía del cuerpo humano, con toda su musculatura, biomecánica, fisiología, biología celular, patología médica y quirúrgica, conocimientos que adquieren a lo largo de los cuatro años que dura el Grado en Fisioterapia. Utilizando técnicas avanzadas basadas en la evidencia, los fisioterapeutas evalúan, diagnostican, tratan y previenen una amplia gama de problemas de salud y trastornos del movimiento. Así, ayudan a reparar el daño producido, a disminuir la rigidez y el dolor, a aumentar la movilidad y a mejora la calidad de vida.

En líneas generales, la fisioterapia es una disciplina basada en la ciencia y que adopta un enfoque global y completo de la persona para mantener la salud y el bienestar.

De esta forma, los fisioterapeutas ayudan en el proceso de rehabilitación desarrollando y restaurando los sistemas del cuerpo dañados, sobre todo el neuromuscular (cerebro y sistema nervioso), musculo-esquelético (huesos, articulaciones y tejidos blandos), cardiovascular (corazón y circulación sanguínea) y respiratorio (la tráquea, la laringe y los pulmones).

También son profesionales imprescindibles a la hora de lograr el desarrollo psicomotriz de las personas con discapacidad, ayudándoles en su proceso de maduración hasta alcanzar los objetivos marcados con cada persona de forma individual.

El fisioterapeuta acompaña al paciente en distintos momentos de su vida y en diversas circunstancias. Porque está comprobado que la fisioterapia es clave para aliviar el dolor de espalda o las lesiones repentinas, para controlar una enfermedad a largo plazo, como el asma, y prepararse para el parto o un evento deportivo.

Así, el tratamiento con un fisioterapeuta puede incluir varias técnicas. Entre las más comunes están:

  • Movimientos y ejercicios: según el nivel de salud de una persona y los requisitos específicos de su enfermedad o lesión, se pautarán unas tablas determinadas que ayudan al paciente en su día a día.
  • Técnicas de terapia manual: el fisioterapeuta ayuda a la recuperación al usar sus manos para aliviar el dolor muscular y la rigidez a través del masaje y la terapia manual, fomentando el flujo de sangre a una parte lesionada del cuerpo y descargando las zonas donde hay una sobrecarga muscular.
  • Terapia acuática: es cuando la terapia rehabilitadora se lleva a cabo dentro de una piscina.
  • Electroterapia. Consiste en aplicar corrientes eléctricas para resolver contracturas, mejorar la recuperación de lesiones o reducir la inflamación
  • Ultrasonido. Con ondas se trata el dolor en la recuperación de ciertas lesiones.
  • Calor. También conocida como termoterapia, consiste en reducir la inflamación y el dolor mediante la temperatura elevada
  • Frío o crioterapia. Con el frío se reduce la inflamación y el dolor.

El médico, junto con el fisioterapeuta, valorará lo que más le conviene al paciente. Por eso, es necesario que ambos profesionales trabajen de forma coordinada y conjunta para lograr los objetivos marcados.
En una sesión con el fisioterapeuta, éste debe:

  • Evaluar las necesidades del paciente.
  • Trabajar con el paciente para establecer y alcanzar objetivos propuestos, que pueden ir desde mantener la movilidad y la independencia en personas mayores hasta correr un maratón en deportistas de élite.
  • Desarrollar un plan de tratamiento o prevención que tendrá en cuenta el estilo de vida, las actividades y la salud en general.